Reductores de Velocidad que Salvan Vidas: ¿Qué Tipos Existen?

La velocidad excesiva es uno de los mayores riesgos en cualquier ciudad, para evitar accidentes y crear entornos más seguros, se colocan dispositivos viales que ayudan a reducir la velocidad en cualquier tipo de calle y obligan al conductor a reducir la marcha. Estos dispositivos viales son esenciales para proteger zonas sensibles como escuelas, hospitales y áreas residenciales. Conócelos para entender por qué son tan efectivos.

¿Cuántos tipos de reductores de velocidad existen?

Reductores de velocidad físicos

Reductores de velocidad (tardos): Es una elevación larga y con rampas de acceso suave, que pueden ser de caucho o plástico, están diseñados para que la totalidad de las ruedas de un vehículo se apoye en la zona elevada, forzando a reducir la velocidad. Aunque los vehículos de mayor tamaño, debido al ancho de su eje, pueden pasar la sección plana entre ellos, sin afectar su velocidad.

Topes reductores: A diferencia de los tardos, esta elevación es más corta y abrupta, su función es obligar a una reducción de velocidad drástica para evitar que el vehículo sufra daños. Se construyen generalmente de concreto o hule reciclado de alta resistencia. Los modelos de plástico pueden contar con luces LED para advertir a los conductores de la velocidad, especialmente de noche.

La ventaja de los tardos o topes modulares es que permiten ensamblarlos y quitarlos fácilmente, incluso con modelos portátiles para obras temporales. Además, los colores se mantienen vívidos sin necesidad de pintura, a diferencia de los de concreto.

Reductores de velocidad de alerta y ópticos

Bandas sonoras: Son una serie de franjas transversales elevadas o ranuras fresadas en el asfalto, cuando un vehículo pasa sobre ellas a alta velocidad, generan un fuerte ruido y vibración. Su función es despertar la atención del conductor cuando podría ir distraído o dormido, especialmente en zonas donde la velocidad puede cambiar abruptamente.

Resaltos: No tienen volumen, sino que son señalamientos horizontales pintados sobre la vía con patrones específicos. Su diseño da la impresión visual de ser un tope de concreto, son de bajo costo y se usan en zonas de muy baja afluencia, aunque su efectividad es limitada si se usan solos.

Vialetas, tachas o botones viales: Son dispositivos fijos que se colocan sobre el pavimento, cuando se instalan en patrones cerrados, circular sobre ellos a velocidad resulta incómodo debido a la vibración constante, lo que incentiva la reducción de la velocidad. Los modelos de botón fabricados en metal se usan por su durabilidad en zonas de tráfico pesado.

¿Dónde colocar un reductor de velocidad?

Una instalación incorrecta puede causar más accidentes o daños a vehículos que la velocidad misma, el objetivo de los reductores de velocidad es disminuir el ritmo en zonas específicas, no frenar el flujo principal.

SITUACIÓN	RECOMENDACIÓN, DONDE SÍ COLOCAR	DONDE NO COLOCAR
Uso principal	Zonas escolares, hospitales, áreas residenciales, parques y estaciones de peaje.	Vías urbanas principales o avenidas con alto volumen vehicular diario.
Flujo de tráfico	Calles locales o vías secundarias con un bajo volumen de tráfico diario.	Vías de acceso a puentes, túneles o rampas de salida de vías rápidas.
Geografía	Tramos rectos y horizontales, en zonas de control de velocidad.	En curvas cerradas o en zonas con pendientes pronunciadas (ascenso/descenso)
Vehículos	Puestos de control temporal (usando modelos portátiles).	Zonas críticas para el frenado, como inmediatamente antes de un semáforo.

El uso estratégico de estos dispositivos viales es una herramienta que garantiza la seguridad de los conductores, transformando las calles en espacios más seguros y predecibles para todos. Elegir el dispositivo adecuado para cada tipo de calle y riesgo es el primer paso para crear ciudades más amables.

Nuestros reductores de velocidad están diseñados para resistir el uso rudo sin cuartearse y cumplen con los más altos estándares de seguridad vial.